viernes, 30 de enero de 2009

UNO NO ES DE DONDE NACE, SINO DE DONDE LA HACE

En las últimas semanas el tema deportivo que se ha comentado insistentemente en los medios noticiosos del mundo deportivo es el tema de los jugadores extranjeros que llegaron contratados por algún equipo de la primera división y que han sido convocados a la selección mexicana de futbol. Estos jugadores que no nacieron en México, pero que han adquirido la nacionalidad mexicana, porque ya tienen una forma de vida que no les permite regresar a su país de origen, como puede ser una familia, propiedades o intereses de otro tipo y se les adjudica el adjetivo calificativo de “naturalizados”.

En el terreno deportivo este tema tiene diferentes puntos de vista y los especialistas, así como los jugadores nacionales y los llamados naturalizado, han mencionado sus argumentos sobre lo que es correcto y lo que no debe hacerse en el manejo de la selección nacional de futbol, que se está preparando para el torneo en el que se disputan tres lugares para asistir a la Copa del Mundo, que se celebrará en Sudáfrica en el año 2010.

Estoy seguro que todos tienen una opinión válida y acertada sobre este tema y cada quien expresará con justicia sus mejores argumentos. En este sentido quiero partir de una frase muy conocida “uno no es donde nace, sino de donde la hace”, para intentar ofrecer un punto de vista diferente, en la polémica que se ha desarrollado en este asunto de los jugadores naturalizados, donde ha habido algunos comentarios que son ofensivos e injustos y que han agraviado la dignidad de todos aquellos que han tenido la necesidad de emigrar del lugar donde nacieron, para ir a ganarse el sustento a otro medio que les permitió establecerse y aportar su experiencia, sus conocimientos o su trabajo. En este caso también se encuentran los mexicanos que han emigrado a Norteamérica, España, Francia u otros lugares del planeta, en donde por medio de su trabajo, intentar vivir una vida digna y de provecho para sus semejantes.

Con respecto al tema deportivo debemos partir que el futbol que se practica en la primera división profesional, es un negocio particular, como cualquier otro. Una empresa privada legalmente constituida, que por sus actividades empresariales cumple con su meta de obtener ganancias económicas al realizar este tipo de negocio; que está manejado por personas particulares que obtienen ingresos por el manejo de los equipos y de los jugadores. En este tipo de actividad las instituciones públicas tienen muy poco que ver y no existe un procedimiento democrático que permita elegir a los que participan en todo el ambiente que se desarrolla en torno a este deporte, que se ha introducido fuertemente en el gusto y en la pasión de nuestra patria, principalmente por la influencia de la televisión, que también contribuye con una fragante violación a las leyes al ser juez y parte, porque maneja equipos e influye en ese ambiente que se vive en los temas deportivos, a tal grado que muchas personas se olvidan de los problemas cotidianos, por estar pendientes de lo que ocurre con el futbol, que no tiene ninguna relevancia en nuestra vida diaria.

Tal vez se piensa equivocadamente que existe un procedimiento justo y equilibrado para permitir que cualquier aspirante pueda llegar a realizar un trabajo deportivo en algunos de los equipos profesionales, por tener las habilidades que se requieren para jugar en uno de los dieciocho equipos que existen en el torneo nacional, pero no es así, porque esa posibilidad es muy remota.

Las escuelas, las universidades y las agrupaciones que hay, en todo el país, no tienen ninguna relación, con la estructura que tienen los equipos profesionales, es decir con los equipos que están integrados al negocio de los jugadores y del torneo nacional. Cada fin de semana se juegan miles de torneos, que se conocen como torneos de aficionados, porque funcionan principalmente en base al gusto por el juego que tienen sus participantes y también miles de partidos a lo largo y a lo ancho del país. En ellos una enorme cantidad de jugadores muestran habilidades y destrezas que muy fácilmente podrían permitirles hacerse de un lugar en alguno de los equipos grandes del futbol, pero eso no ocurre, porque el futbol profesional funciona como un club de exclusividad, donde solo llegan aquellos que son elegidos, por diversos motivos, no solo los deportivos.

También debe tomarse en cuenta que tener habilidades, tener condiciones físicas, tener vigor, tener fuerza, tener condiciones de salud, tener una disciplina y tener aspiraciones no bastan para llegar a la cima más alta de este deporte de exclusividad, también hacen falta elementos fundamentales que solo se obtienen con la ayuda de un especialista o de un entrenador, que se llaman dominio de la técnica y dominio de la táctica.

La técnica tiene que ver con el eficiente golpeo, conducción y recepción de la pelota. La táctica se refiere a seguir una estrategia cuando se ataca y cuando se defiende, también tiene que ver con asumir una disciplina y una actitud, con realizar un trabajo de equipo y  ubicarse adecuadamente dentro de la cancha durante todo el transcurso de un partido.

Así que considerar que el equipo de futbol que se presenta como una selección nacional, es algo que no concuerda totalmente con la realidad, porque esta representatividad no se obtiene por intermediación de las instancias democráticas que existen en México, sino que se obtiene en base a lineamientos que establece una federación que está integrada por empresarios, que tienen un negocio de tipo deportivo, al administrar un equipo de futbol y que a su vez se somete a las condiciones que fija una federación mundial (FIFA), que tiene las mismas características.

Desde que el futbol se convirtió en un deporte profesional, que tiene todas las características de un espectáculo de tipo artístico, es decir un deporte donde se paga un salario y a cambio se entrega un servicio deportivo que es de alta calidad, todos los equipos del mundo, sobre todo aquellos que tienen un gran poder económico y que obtienen del futbol ganancias que son cuantiosas, tienen la necesidad de contratar jugadores de gran nivel que provienen de diferentes lugares del mundo, jugadores que dominan la técnica y la táctica de este deporte y que son verdaderos artistas en el arte de darle de patadas a un balón.

Nuestro país no está al margen de esta situación y no puede ni debe hacerlo, porque todos los pueblos de la tierra únicamente cumplen con su aspiración de desarrollarse cuando comparten e intercambian sus conocimientos. Por este motivo desde que nació el futbol como deporte profesional en México, fueron traídos muchos jugadores del extranjero, que han servido como modelo y ejemplo para influir en el desarrollo y mejoramiento de los jugadores nacionales.

Algunos han permanecido en México por periodos muy largos y se han establecido en una forma definitiva, porque han considerado que esta tierra les ha dado grandes beneficios. Han formado una familia y sus hijos van a escuelas mexicanas. Ellos a su vez son padres de familia y comparten en las asociaciones de padres de familia su preocupación por educar a sus pequeñines, que todos los lunes realizan honores a la bandera y cantan el himno nacional. Sus hijos ya no se identifican con Brasil,  Argentina o con Uruguay.

Ocurre en el deporte y ocurre en todos los aspectos de la vida. El contacto con personas que tienen otra forma de vida, otros conocimientos y otras experiencias es el medio más seguro para aspirar al desarrollo y desarrollo significa, cumplir con la aspiración de tener una vida mejor. Los pueblos que no permiten el contacto con personas de otros lugares, son los que se quedan atrasados y sumergidos en la ignorancia. Es sencillo ver la realidad de esta afirmación en los lugares que están marginados por la distancia geográfica o por la incomunicación, pues no mejoran y sus habitantes no pueden cumplir con sus aspiraciones y no pueden salir de ese estado de marginación y de atraso.

Recuerdo que cuando Ricardo Lavolpe era el entrenador de la selección de futbol, al término de un mal partido, un grupo de aficionados lo esperaron afuera del estadio y le gritaron insultos denigrantes, en referencia a su nacionalidad argentina. Ricardo llevaba en sus hombros a su hija menor, que escuchó todo lo que le decían a su padre, pero nunca soltó la banderita de México que llevaba en una mano.  Qué sencillo es cometer errores cuando no se perciben todos los aspectos de un problema.

martes, 13 de enero de 2009

Que Dios nos coja confesados

Cuando vemos que se aproxima un evento que percibimos como algo muy peligroso, que tal vez nos causará grandes dificultades, porque pensamos por algo que será muy difícil de enfrentar, entonces, en un tono de preocupación e intranquilidad enunciamos esta frase, que encierra el deseo de que nuestra conciencia y nuestro interior, llegue a un estado de paz, semejante al que se experimenta cuando se han confesado los pecados cometidos y se está en condiciones de tener un contacto con Dios, el Creador, al final de la vida. Esta paz interior que se experimenta cuando el alma ha sido perdonada, es un deseo que tenemos los católicos, porque tenemos prometido un lugar en el paraíso, cuando llegue la muerte, si es que tenemos la oportunidad de contar con el auxilio espiritual de un sacerdote, que nos otorgue la confesión y el perdón de los pecados.

Pero tenemos que observar que esta frase ya no se usa en esta forma que es la correcta, porque actualmente la palabra “coger”, se ha sustituido por la palabra “agarrar”, y ahora la frase se dice de la siguiente manera “Que Dios nos agarre confesados”. Pero la palabra “agarrar” no significa los mismo que la palabra “coger”, porque esta palabra hace referencia a la garra que tienen los animales depredadores, donde los dedos están provistos de poderosas uñas puntiagudas que les permiten apresar un objeto para causarle un mayor daño. Por este motivo pueden “desgarrar” a su presa, es decir herir y abrir profundamente la piel con ayuda de las uñas.

El uso de las palabras de doble sentido nos ha dejado desprovistos de una palabra necesaria en la comunicación que tenemos con nuestros semejantes, pues ahora la palabra “coger” es sinónimo de poseer sexualmente a una persona y esta forma de expresarla es tan común que ya no se utiliza en su verdadero significado. Ahora es una referencia vulgar y eso provoca que se escuche de una forma que no es agradable ni correcta.

Las referencias de tipo sexual han modificado el uso de algunas palabras de nuestro lenguaje, por ejemplo ya no utilizamos la palabra “chaqueta”, la palabra “pito” y otras que han pasado al olvido, porque la falta de una auténtica educación sexual, en las familias, en la sociedad y principalmente en las escuelas, no nos ha permitido nombrar, en la forma correcta, a los órganos sexuales y a los actos de tipo sexual que los seres humanos hemos tenido desde hace miles de años.

Es posible que las nuevas generaciones, que en este momento están realizando los estudios de educación básica, hayan adquirido la idea de que la palabra “coger, es el sinónimo correcto de la palabra “poseer” así que los maestros que no han tenido la intensión, ni se han preocupado por enseñar y promover el uso correcto del lenguaje, tienen que hacer un rodeo para evitar esta palabra; pero no se ha enriquecido el lenguaje con el uso de los sinónimos adecuados como lo son los verbos “asir”, “tomar” y tal vez “sujetar”, porque el primero tiene muchas complicaciones en su conjugación por tratarse de un verbo irregular y el segundo porque es un verbo que tiene dos significados, ya que por un lado hace referencia al acto de sujetar algo con la mano y por otro también se refiere al acto de consumir una sustancia líquida, además la palabra “sujetar”, no es una solución acertada en el problema que tenemos con la sustitución de esta difícil palabra, que se ha desvirtuado por su erróneo uso social.

Así que esta diversidad de palabras que forman parte de nuestra comunicación diaria y que se transforman con el uso que se le da en la sociedad, nos llevan a buscar nuevas formas de expresar nuestras ideas, pero resulta indispensable el conocimiento del lenguaje que utilizamos, para nombrar adecuadamente, los objetos y los acontecimientos que vivimos cotidianamente.

He iniciado este artículo con esta frase popular, sin proponerme ofender la moral de nadie, porque desde el punto de vista de la economía el año 2009 se pronostica como un año muy difícil. Así que ahora que empieza es muy necesario exclamar “Que Dios nos coja confesados”. ¿Pero la crisis económica qué significado tiene para la mayoría de la población? Pues tiene el significado de que viviremos en una situación en la que los productos que compramos para poder vivir se volverán más caros y los artículos que producen los campesinos, los artesanos y todas las empresas grandes, medianas, pequeñas y chiquitinas, tendrán muchas dificultades para vender sus productos, porque será cada vez más difícil hacer que el dinero rinda más.

Pero lo más grave de una crisis económica es la dificultad que existirá para encontrar empleo, si es que no se tiene y la dificultad para conservarlo si es que se realiza una actividad donde los contratos se renuevan cada determinado tiempo.

La parte más visible de la crisis inició en la parte media del año pasado, cuando los grandes bancos internacionales y las grandes empresas tuvieron dificultades económicas que los empezó a llevar lentamente a la quiebra, por los problemas que tuvieron los deudores de los diversos tipos de crédito que existen en la parte media y alta de la sociedad. Esto trabajo como consecuencia la pérdida del empleo de millares de personas de primer nivel y de ahí se vino una cadena de problemas económicos que se reflejarán muy pronto, de diversas formas, en todos los lugares de la tierra.

Un ejemplo de cómo el comercio internacional afecta la vida de las personas en lugares que no tienen ningún tipo de relación cultural, ocurrió en las olimpiadas que se realizaron en China. Estoy seguro que todos nos quedamos maravillados con el esplendor del estadio que se conoció como “el nido de pájaro”. Esta increíble obra donde se realizaron algunos eventos deportivos de las olimpiadas, debe su nombre a que el estadio parece un enorme nido, de esos que construyen los pajaritos en los árboles. Los chinos deseaban deslumbrar al mundo y realmente lo lograron, porque construir semejante estructura, requirió de un enorme volumen de acero, para poder fabricar cada una de las vigas metálicas, que fueron elaboradas especialmente para simular las ramitas que tiene un nido. ¿De donde salio el acero barato para esa obra monumental? Lo que es cierto es que mucho acero provino de la chatarra. Los chinos compraron chatarra en diferentes partes del mundo, pero la chatarra de mejor calidad y más barata provino de México, así que ellos provocaron la primera crisis de la varilla en nuestro país en el año de 2004, porque compraron toda la chatarra que se comercializó en ese tiempo y la transportaron por barco hasta las plantas que fundieron el acero y se dieron a la tarea de hacer cada una de las vigas que tiene el estadio.

Por otro lado, en el mes de diciembre, los noticieros de la televisión, enfocaron sus reportajes a indagar que partes de la economía mexicana ya estaban siendo afectadas por la crisis económica. Recuerdo que mencionaron a la industria de los automóviles, a la industria de la electrónica, a la industria de los espectáculos y a dos industrias que tienen que ver con las personas que realizan actividades en el campo y en la recolección de la basura.

Por un lado pasaron los problemas que afrontaban un grupo de campesinos del Istmo de Tehuantepec, que producen sorgo para el marcado internacional, que es un producto agrícola que se utiliza como forraje del ganado lechero. Este grupo de campesinos mencionaba que tenían acumulada su producción, porque les habían cancelado los pedidos que tenían contratados y que en nuestro país no encontraban donde colocar todo este forraje.

Esta misma situación estaban padeciendo quienes se encargan de extraer de la basura, todas las botellas que nosotros conocemos como envases de plástico transparente, pero que en realidad se llaman “envases PET (Poliéster Termoreductible)”. Estos envases permiten los ingresos de un número muy grande de familias que cada día recolectan miles de estas botellas, que se aplastan y se reúnen en unos costales muy grandes. El kilo al menudeo llegó a tener un costo aproximado de 15 pesos, pero la tonelada se vendió en más de veinte mil. También este producto de la basura fue comprado por los chinos, por la India, por Tailandia y por Corea. Pero la crisis ha dejado sin mercado internacional a este material reciclable, pues ya no llegan los compradores. ¿Quiénes más estarán sufriendo por la falta de mercado para sus productos? Realmente es difícil saberlo.